Por qué hacer un curso de masajes

Masajear un cuerpo, acarrea una responsabilidad no solo por la praxis manual de los masajes sino, porque como seres energéticos, solemos intercambiar energía.

De modo que, quien ejerza este arte, ha de procurarse formación técnica y conexión a fuentes de bienestar y placer para ofrecer lo mejor de sí.

La formación en todo arte es importante, solo con capacitación, lograremos ser lo suficientes éticos y profesionales.

Cualquiera sea el tipo de masaje que requiera su cliente (masaje gay, masaje reductor, drenaje linfático post operatorio u otro), el masoterapeuta, ha de contar con la experticia y foco para la actuación manual que habrá de procurar a su cliente.

Bienvenidos (as) a conocer las bondades de capacitarse como masoterapeuta.

Por qué hacer un curso de masajes

Cinco razones para hacer un curso de masajes

A detallar:

  1. Conocimiento del sistema muscular

Cuando se ejerce terapias manuales sobre un cuerpo humano, se habrá de conocer la estructura que subyace al cuerpo físico (piel).

Cada músculo tiene su particularidad, dimensión, líneas de tejidos y conexión al sistema nervioso central; el masoterapeuta, deberá conocerle a profundidad, para ejercer presión en la zona adecuada (sin daños a tejidos).

El cuerpo humano supera los 610 músculos en toda su estructura corporal, de modo que, si el terapeuta les conoce podrá lograr el efecto de flexibilidad, contractibilidad, excitabilidad o extensibilidad adecuada.

  1. Conocimiento del sistema linfático

Una de las funciones básicas del sistema linfático, es la transportación de sustancias tóxicas, desechos y grasas a través del torrente sanguíneo.

El conocimiento de las linfas, su estructura, fragilidad y ubicación de ganglios aledaños, es lo que garantizará el correcto estado de bienestar en el paciente.

De tal manera que, la formación o capacitación en masaje, es necesaria para direccionar la movilización de tensiones, grasas y sentido de circulación de modo correcto.

Cuando se da un masaje linfático, por ejemplo, suele ser indicado en procesos post operatorio; la adecuada praxis de esta técnica, podrá mejorar notablemente la eliminación de hematomas o incrementarles.

  1. Conocimiento del sistema óseo-articular

No importa si el masajista no va a incidir de manera directa a nivel óseo, lo importante aquí es lograr identificar las zonas que obstaculizan el deslizamiento de las manos por estructuras óseas.

En el masaje deportivo, es importante conocerles y saber actuar en ligamentos, médula ósea, periostio o tejido.

De los 206 huesos que conforman el cuerpo humano, cada uno, aporta el debido funcionamiento para la locomoción, sujeción y desplazamiento.

Si, el masajista les conoce, podrá diferenciar las zonas de presión y su manipulación adecuada para mejorar el funcionamiento y re ubicación.

  1. Estudio sobre la ética profesional

El respeto al otro, la confidencialidad de atención, la aplicación de terapia manual en algunas zonas con consentimiento del paciente y el respeto a la forma de comunicación del cliente, son elementos contemplados en la ética de su ejercicio técnico.

  1. Obtener certificación

El fin último de toda formación en curso de masajes, es lograr una certificación y credencial que le atribuya funciones avaladas por centros de formación reconocido y que, en carácter de certificado, usted, está facultado a ejercer técnicas que procuren estados de bienestar a sus clientes.